GEMA GARCÍA MARCOS – EL MUNDO.
No lo pienses más. Empezar a jugar al golf podría convertirse en una de las mejores inversiones en salud que puedes hacer, según se desprende de los resultados de varias investigaciones realizadas en la última década. La primera, liderada por Bahman Farahmand y Anders Ahlbom, profesores del Karolinska Institutet (Suecia), revelaba que los golfistas tienen una esperanza de vida cinco años mayor a la de otras personas del mismo sexo, edad y nivel sociocultural.
Publicado en el ‘Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports’, en el informe se chequeó la salud de 300.000 jugadores suecos, quedando más que patente los beneficios que les reportaba este deporte. Farahmand y Ahlbom incluso fueron un paso más allá al asegurar que los efectos eran todavía más sobresalientes en los golfistas más avezados: a mejor hándicap, más longevidad.
Según ‘Golf & Health Project‘, un trabajo realizado por Andrew Murray y su equipo de la Universidad de Edimburgo (Escocia) que fue publicado en 2016 en el ‘British Journal of Sports Medicine’ practicar esta disciplina es un elemento clave para atesorar una salud de hierro, física y mental. Entre la lista de dones que enumeraban figuraban; una disminución de entre un 36 a 68% del riesgo de rotura de cadera; una reducción de entre 30 y un 40% de padecer diabetes; o entre un 20 y 35% menos de probabilidades de sufrir un episodio cardiovascular así como de padecer diversos tipos de cáncer.Además de tonificar los músculos y mejorar la resistencia aeróbica, sus practicantes logran trabajar una de las capacidades que más se ven mermadas por la edad: el equilibrio.
Los datos arrojados en esta investigación fueron recientemente reforzados por los obtenidos por un grupo de investigadores del Copenhagen City Heart Study (Dinamarca) en un estudio publicado en ‘Mayo Clinic Proceedings’ , capitaneado por Peter Schnohr. Tras monitorizar durante más de 25 años (entre el 10 de octubre y el 16 de septiembre de 1994 hasta el 22 de marzo de 2017) la salud de 8.600 personas llegaron a la conclusión de que practicar con regularidad actividades físicas al aire libre y de carácter social alarga la vida. En este dossier, publicado a principios de octubre de este año en Mayo Clinic Proceedings se señalaba al tenis como el deporte que más alargaba la vida.
¿Qué tienen el golf para resultar tan beneficioso? Aquí van algunas pistas:
Resistencia: Andar por el campo de golf un excelente trabajo aeróbico de intensidad moderada que, además de ayudar a mantener el peso ideal, fortalece el corazón y mejora la capacidad pulmonar sin producir impacto para las articulaciones, un factor muy a tener en cuenta a partir de cierta edad.
Tonificación: Fortalece la musculatura de los brazos y el abdomen al golpear la bola y del tren inferior (piernas y glúteos) al caminar.
Relaciones sociales: Al igual que en el tenis, el componente social del golf reporta un bienestar mental que va mucho más allá de lo físico.
Terapia: El grado de concentración que implica su práctica ayuda a focalizar la atención en el momento presente, distrayendo a la mente de problemas y tensiones.
Aire libre: Al practicarse en espacios abierto no sólo oxigena la mente y el cuerpo sino que los rayos de sol (¡no te olvides de utilizar siempre una crema protectora!) ayudan a cargar los depósitos de vitamina D, fundamental para evitar la osteoporosis.